Reivindicación de las Identidades Trans

UTRU invita a la conferencia de prensa donde analizaremos la situación actual de la población trans en el Uruguay, lo que esta en el debe, lo que proponemod para lograr una sociedad realmente integrada.

Emitiremos un comunicado declarando el día 23 de Setiembre como el día de la Reinvindicación de las Identidades Trans.

Las y los esperamos a las 17.30 horas en la Asociación de Funcionarios del Círculo Católico de Obreros del Uruguay, Magallanes esq. Soriano.

Invitación Reivindicación Trans

Proclama:

En el día de la fecha, 23 de setiembre, UTRU DECLARA el Día de la Reivindicación de las Identidades Trans en Uruguay. Ser trans concierne a SENSIBILIDADES y no a rebeldía. Las construcciones de género son IMPUESTAS. Estas pretenden trascendernos y en la sociedad actual no hay posibilidades de elegir ni de construirse más allá de una asignación arbitraria. No concierne a confusión sino a DISONANCIA con la identidad construida y atribuida a una genitalidad.

¿Cómo queremos ser tratadas? Como personas que somos. ¡Ni más, ni menos!

En nuestra lucha por la reivindicación, denunciamos al PODER HEGEMÓNICO PATRIARCAL que realimenta estereotipos aceptados y en consecuencia la EXCLUSIÓN de lo diferente. Un HETEROSEXISMO que divide, que va en contra de la consolidación de una sociedad INTEGRADA y equitativa. Un tradicionalismo opresor que se RESISTE a los cambios. Pero los cambios significan crecer, mejorar, expandir.

Muchas son las razones que le dan a esta sociedad un motivo de burla, de señalamiento, de violencia y de exclusión: unos kilos de más, un color de pelo o de piel, una prenda de ropa, un percing, un tatuaje, una forma de hablar, de escribir o de caminar. Todo atenta contra las identidades para conformar UNA ÚNICA identidad hegemónica aceptada. Fundan así, una sociedad hipócrita y estereotipada de individuos que renuncian a «SER» para simplemente «PERTENECER».

En URUGUAY ser diferente se paga con un precio muy alto. Porque lo diferente no responde a la dominación. Lo diferente CUESTIONA el ideal hegemónico masculino, DOGMATICO Y TRADICIONALISTA que opera bajo un discurso de “BUENAS COSTUMBRES”.

DENUNCIAMOS ENTONCES:

El DOBLE DISCURSO que vivencia esta sociedad. El discurso políticamente correcto.
La FUERTE DISONANCIA entre lo que puede ser público y lo que debe ser privado.
Y a todas y todos los que han alimentado y continúan alimentando una imagen EQUÍVOCA de las personas trans. Si bien, no dejamos de celebrar los logros alcanzados, entendemos que aún falta mucho por hacer, y que las organizaciones de la sociedad civil integradas y llevadas adelante por personas trans DEBEN SER TOMADAS EN CUENTA Y ESCUCHADAS.

Es por esto, que hoy hablamos de REIVINDICACIÓN. Reivindicacion de una identidad que ha sido y sigue siendo excluida DE LOS CENTROS EDUCATIVOS, DEL TRABAJO FORMAL, DE LA CULTURA, y de la sociedad TODA en su conjunto. Porque esta lucha no es solo por aceptar a las identidades trans, sino por una sociedad menos hipócrita, cerrada Y EXCLUYENTE ¡Celebremos el progreso, celebremos los cambios, celebremos el día de la reivindicación de las identidades trans!

¡Muchas gracias!


Discurso Paula Braga:

Para nosotras es muy dignificante que sea la clase obrera quien nos abra las puertas a los espacios, a donde poder reunirnos y poder visualizar mejor nuestras realidades.

Quiero agradecer la presencia de estas nuevas chicas, gente joven, que se va sumando a esto.

Me enorgullece que sean portavoces del colectivo. La juventud me da esperanza de que en algún momento la cosa empiece a cambiar, porque a mí me toca hablar de la tercera edad trans.

La tercera edad es cuando las vulnerabilidades se acentúan implacablemente. Imaginen ustedes ahora lo que es la vida de una trans de la tercera edad. “Maxime”, si miramos el interior, el caso de que viviesen además en el ombligo del mundo. No sos nada. No sos nadie.

Basándome en números que pude rescatar del Mides, beneficiarias de la Tarjeta Uruguay Social, aparentemente habemos 195 trans mayores de 50 años. 142 entre 50 y 59 años de edad, 37 entre 60 y 69 años y 16 mayores de 70 años. Por tanto, no somos tanta cantidad. Por tanto que debería haber un respaldo. Porque después de haber vivido una vida con todos nuestros derechos vulnerados, es lo mínimo que merecemos.

Nosotras somos producto de un gobierno de facto y todavía no tenemos un lugar. Nosotras estamos viviendo el tercer gobierno y todavía no tenemos un espacio. Y somos votantes. Y a la hora de meter el voto, obviamente que siempre lo metemos del lado que nos conviene. Pero, tampoco magnifiquemos, porque no todo lo que se aprobó nos beneficia. Porque a mí, ¿de qué me sirve el “matrimonio igualitario” si no tengo laburo? Tengo que casarme con un cliente. Tengo que seguir en la misma. No puedo enamorarme. Quedo al margen de esa parte de la historia. Yo tengo que casarme con un tipo que me pueda mantener. Porque la verdad que no me cabe en mi cabecita. Yo soy más tradicionalista que los tradicionalistas. Yo cuando estoy con uno, estoy con uno. Y si no estoy con uno, estoy con todos. No puedo honrar al amor. Yo no puedo entregar al supuesto amor de mi vida, que sea mi marido, los “requeches” que me queden de la jornada. No es digno. No es justo. No es lógico.

Nosotras que estamos llegando a esa etapa de nuestras vidas de la tercera edad, queremos llegar con determinada seguridad. ¿Qué pasa con alguna de nosotras si llega al Hospital Geriátrico, Piñeyro del Campo? El Piñeyro del Campo tiene hacinados viejos que fueron padres y madres. Ni siquiera pudieron hipotecar el futuro de sus hijos. Están depositados allí. Con UTRU vamos y recorremos dicho Hospital… cuando nos permiten entrar. Cuando nos permiten entrar a cortarles el pelo, como peluquera que soy, o a hacerles los pies que se le doblan las uñas para atrás y las tienen encarnadas.

(No es siempre que tenemos acceso a los lugares). No es siempre que tenemos acceso a la verdad. Muchas veces se nos para en la puerta y como somos diferentes, nos mandan para atrás. ¿Qué va a pasar cuando yo esté en una camilla? (¿Qué va a pasar con mi dignidad?) ¿Me van a arrancar la peluca o van a respetar mi identidad de género?

Yo siempre hablo por el colectivo, pero en este momento voy a hablar por mí. Soy una mujer trans de casi 56 años que tiene que apelar al trabajo sexual para poder vivir. Recibo una ayuda del gobierno, claro que sí. A mí no me quita dignidad decir que tengo la Tarjeta de Uruguay Social que me da $1.000 sin IVA, que son $800 netos en la mano. Pero, con eso yo no vivo. Yo no estoy incluida en un sistema que me permita hoy retirarme y tener una jubilación. Y si voy a tener que changar, ¿hasta cuándo voy a poder hacerlo? Y después de eso, ¿qué va a pasar conmigo?

Yo superé un cáncer, estoy superando un ACV. No quiero superar nada más. Tengo necesidad de tener algo resuelto en mi vida. Yo soy de las que se escapó de los milicos (porque nos molían a palo). Yo soy de las que iba primeras en 18 de julio desfilando, cuando había un batallón de trans que mostraban los pechos y la gente las juzgaba. Y las juzgaban mal. Porque aquellas visionarias lo que trataban de decirle a la gente era: “¡Esto soy yo! ¿Qué van a hacercomigo?” Hace 30 años que lo venimos diciendo, de una manera u otra. Creo que ya es hora de que se nos tome en cuenta. Creo, no sé. A lo mejor, la falta de cultura que tengo por no haber sido incluida en un sistema formal, me hace ser tonta y no me permite razonar bien.

Si estoy equivocada, pido disculpas. Pero, no lo creo. Eso es todo.

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