DESDE LA MIRADA DEL OTRO
Muchos años de lucha, demasiadas compañeras muertas y olvidadas en el camino. Innumerables actos de violencia, llegando a los asesinatos aún no aclarados y por lo tanto impunes… Han venido desde hace años en el torrente de sangre derramada, gastada, envejecida, nerviosa del colectivo trans y aun así la construcción que se hace de nosotras es desde “el otro” y no desde nosotras. Las personas trans aún invisibilizadas para ciertos sectores de la sociedad siguen siendo construidas desde la visión del poder hegemónico que no nos cansamos de enumerarlo: patriarcal, heteronormativo, machista, religioso y capitalista, y desde allí se nos juzga, se nos estigmatiza.
Una vez más los asesinatos vuelven a estar a la orden del día, los asesinatos reales, físicos y los “otros” los asesinatos de la prensa, los asesinatos de una sociedad cada vez más cerrada a los cambios de paradigma. El diario El País del día de hoy (30/07/2016) publica una nota donde se habla desde un terrible lugar, de las mujeres trans que tienen como único destino la prostitución porque esta sociedad las deja en esa situación.
En una población donde la expulsión es la constante de vida, donde apenas se inicia el proceso de transformación son expulsadas de sus familias, de sus círculos de amigos, de sus barrios, de sus ciudades, una población de eternas emigrantes, de expulsiones de un sistema educativo que se llama a sí mismo “inclusivo” pero qué en la realidad sus autoridades como la mayoría del cuerpo docente discrimina. Una población que ha quedado sin derechos es hoy nuevamente destrozada por un medio de prensa que reproduce estereotipos.
Hoy plantea El País la situación que se supone viven los vecinos de la zona de Bulevar Artigas, lugar que tradicionalmente las compañeras no insertas en el sistema laboral, trabajan. Desde los vecinos y de acuerdo a lo que se lee en dicho artículo se quejan de situaciones horrorosas que hasta parecen de cuentos de terror, donde es evidente que se incurre a una magnificación de la realidad, unido a esto quien escribe la nota exagera en sus apreciaciones buscando generar una percepción sensacionalista y llevando esto a parecerse a ciertos barrios de otras latitudes donde la violencia y los actos de vandalismos, tales como las películas de barrios periféricos de NY, parecen casi increíbles, como si se tratara de una película, generando la idea de que las personas trans deberíamos vivir en guetos, cuando nosotras desde nuestro colectivo apuntamos hacia la inclusión en diversas áreas. La estigmatización de la población trans está tan impuesta que leyendo el artículo se desprende que todas las compañeras que trabajan en dicha zona adoptan ese tipo de conductas, terrible costumbre de generalizar situaciones a todo un colectivo, como si pensáramos que todos los pobladores de ciertos barrios montevideanos son delincuentes, cayendo en un error macabro que alimenta el estigma y la degradación de personas que por el hecho de romper con los patrones binarios establecidos, por tener una identidad de género que no se corresponde con el sexo biológico asignado solo por tener una corporalidad que no se adapta al modelo hegemónico esperado, continúa destruyendo.
Horror causa leer la nota, donde todas terminamos siendo metidas en una misma bolsa en una evidente discriminación y violencia mediática y amarillista que solo logra que, más allá de las luchas y de tanta sangre derramada, terminemos siendo mal vistas por la toda la sociedad. Las expresiones usadas por quien escribe, tratando a las mujeres trans de EL TRAVESTI, LOS TRAVESTIS cuando debería de hacerlo en femenino, respetando una construcción que lleva años de angustia, dolores, y situaciones que nos dejan al borde de la sociedad o en la periferia de la misma, demuestra no solo una falta de respeto sino una constante discriminación hacia el género femenino, un constante asesinato de la identidad y una incitación al odio que traspasa cualquier situación. No solo dejando de respetar PERSONAS, sino también leyes, ya que nos encontramos en un marco jurídico que nos reconoce nuestro género auto percibido.
Vale decir que si las personas trans fuésemos realmente incluidas y no únicamente objeto de estudio, prensa y experimentación no tendríamos que estar obligatoriamente en situación de prostitución y podríamos mostrar que somos capaces como cualquier otra persona. Hemos vivido la historia desde hace más de veinticinco años intentando explicar y explicarnos, mostrando y re-demostrando que podemos SER, hemos consumido la vida de tantas y tantos visibilizando por un futuro mejor pero la violencia desde la sociedad, desde la prensa, desde lo institucional, la violencia simbólica no se detiene y solo logra que cada día nuestros derechos continúen siendo vulnerados al punto de terminar viviendo en la indigencia, fuera del sistema y de todos los sistemas
La UNIÓN TRANS DEL URUGUAY exige nuevamente las disculpas públicas ante este artículo, y se compromete a participar en las instancias de diálogo correspondientes con los vecinos de la zona, en la misma línea trabajar con las compañeras que se encuentran en la zona para crear una mayor conciencia ambiental y de normas sociales de convivencia, pero sobre todo la URGENTE SENSIBILIZACIÓN DE LA PRENSA DEL URUGUAY.